viernes, 25 de mayo de 2018

Carta a Evo sobre su Palacio

Señor presidente:

En un viejo texto titulado "Consejos de Martín Fierro a sus hijos" existe una parte que habla acerca de la vergüenza y esta señala: "Muchas cosas pierde el hombre, que a veces las vuelve a encontrar, pero les debo enseñar, y es bueno que lo recuerden, si la vergüenza se pierde jamás se la vuelve a encontrar". A este punto, señor presidente, me parece que usted y sus colaboradores ya han perdido la vergüenza. Ya ni siquiera se sonrojan cuando nos presentan una suit cinco estrellas construida dentro de un Palacio para que usted pueda descansar sumergido en un jacuzzi o si prefiere en un sauna. Ya no les importa la impotencia del pueblo, ni las críticas... ni nada.

No es, señor presidente, que nosotros quienes observamos este proyecto, no queremos que usted goce de todas las comodidades. Pero con casi una década y media en el poder seguramente algo de dinero habrá ahorrado y podría usted con sus propios recursos construir una suit con esas características sin insultar de esta manera al pueblo que cada día se "bate" para sobrevivir.

Hace pocos días un enfermo se suicidó en pleno hospital ante la vista horrorizada de otros pacientes. ¿Se ha preguntado usted cuánto tiene que sufrir un enfermo en nuestros hospitales para tomar tal decisión? No... no se lo ha preguntado porque hace mucho tiempo usted ya no se pregunta nada con autocrítica.

Solo más preocupante que usted protagonizado este insulto a su país, son sus colaboradores que aplauden cuanta ocurrencia tenga usted sin importar cuán descabellada sea. ¿Hay uno, UNO, que le diga "presidente esto no es correcto"? No hay ninguno, porque como usted mismo lo dijo, con hastío de su propio círculo, está rodeado de gente que le aplaude todo. Usted los llamó "chupatetillas".

¿Usted recuerda a un tal prefecto que, seguramente cuando usted era un modesto ciudadano, construyó una lujosa habitación en plena prefectura? ¿No se sintió indignado ante este abuso? Seguramente sí, porque fue en su gestión de gobierno en la que se conminó a la ex autoridad a resarcir el daño económico de aquella obra de beneficio personal. ¿Tan pronto se olvidó de aquello, presidente?

Es una utopía pensar que usted va a reflexionar... pero ojalá algún día, lejos de este frenesí que le provoca el poder, pueda recordar este capítulo de su vida y del país y sienta vergüenza... Quizá con suerte se la puede recuperar y podemos contradecir a Fierro.

Claudia Campanini
Foto: Periódico Cambio